miércoles, 15 de octubre de 2014

El Sushi

Los miércoles ya sabéis que escribo de lo que me da la gana. Pues si la semana pasada tocó escribir sobre el ébola, hoy voy a hablar sobre el sushi. Todo esto viene porque he ido a un curso sobre cómo hacer sushi mientras que en Alcorcón estaban yendo a un curso de cómo protegerte del ébola, son así las coincidencias.

Bueno, ahí nos plantamos la Gata Encerrada y yo por un cupón del Groupon con la cocina de Chema de Isidro, que nos retrasó la clase porque tenía un evento con la Comunidad de Madrid, algo que repitió varias veces para que quedara claro parece ser. Bueno, nos enseñó a hacer sushi, y yo desde aquí os voy a enseñar a vosotros.

El arroz que hay que escoger es el normal, a poder ser clase extra, pero vamos que el que usamos allí era el SOS de toda la vida. Se prepara arroz blanco con agua. Aquí nos dijo que cada arroz era un mundo y nada de la regla de dos vasos de agua por uno de arroz, sino que depende lo que quiera el arroz en cada momento. Lo que me llamó la atención era que el sushi lleva azúcar. Pues el tema es que por cada kilo de arroz hay que echar 150 gramos de azúcar. Lo preparas en una olla o paellera o lo que tú quieras y ala, ya tienes la base del sushi.

Una vez lo tengas, te va a salir una mezcla pastosa con la que puedes hacer unas bolitas de arroz de un tamaño un pelín más pequeño que una pelota de golf. Si haces por ejemplo cuatro bolitas (sushi ball es el nombre) y le pones encima un cacho de salmón, pimiento o lo que quieras, zas... ya tienes un NIGUIRI.



Te puedes comprar algas nori, de esas que vienen disecadas. La partes por la mitad y la extiendes. Le pones el arroz encima, repartiendo por toda el alga y, una vez tengas el suelo con el alga y el arroz, le pones lo que tú quieras. Aquí nos animó a meter cosas varias más allá del palito de cangrejo, el aguacate o el atún. Así que puedes meter lo que tú quieras y ser tu propio creativo (vamos, que le puedes meter huevas de caviar como un cacho de chorizo, allá tu creatividad y el sabor que le quieras dar). Después, enrollas poco a poco con la alfombrilla de bambú que cuesta ochenta céntimos en cualquier lugar y te saldrá algo largo. Cortas con un cuchillo grande con la punta mojada (esto siempre, hay que mojar la punta) y ala, ya tienes tus maki roll (personalizados como quieras).



Y por último, puedes enrollar en vez de dejando el alga para fuera, dejando el alga para dentro, y eso se traduce en los SASHIMI.


Y esto es todo. Así se hace sushi. Tienes 800000 variedades para hacerlo y sólo tienes que conseguir las algas y la salsa de soja para acompañar. Así puedes comer arroz blanco dulce con sabor hasta que te hartes. Según dijo el tío, esto del sushi es super barato porque por cinco euros tienes para dar de comer en casa a mucha gente. Pero claro, las modas son las modas, y pagar diez euros por algo que realmente cuesta tres... Y que nos cueste pagar lo mismo por una tortilla. Bueno, que aproveche. Me encanta que este blog ya sea hasta didáctico, es que es una evolución.

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