martes, 27 de diciembre de 2011

Cosas que he aprendido en Navidad

Llevamos unos días de Navidad y ya he aprendido muchas cosas. Todavía queda Nochevieja, donde más bien desaprendes pero mientras comento lo que he aprendido estos 5 o 6 días que llevamos.


- Por mucha lotería que compre en Navidad, nunca recupero lo puesto. Este año tocó en el bar donde hago la bonoloto y demás de la semana. En otra un quinto premio fue para el 33003 y yo tenía el 33803, el tercer premio cayó en el 2184 y yo tenía el 2176. Bueno, no tocó, tampoco te saca de pobre... seguiré echando los Euromillones.


- La cena de Nochebuena siempre es una burrada pero es maravillosa. Primero los vinos al mediodía, después los vinos por la tarde, después los vinos de la cena y al final las copas de después... Hoy mismo me hacen el control de alcoholemia y sale positivo.


- Mi madre siempre cocina para medio Kuala Lumpur y después sobra mucha mucha comida, la cual como el domingo, ceno el domingo, como el lunes y todavía me da para cenar el lunes. Alguna de las sobras valen para la Nochevieja.


- Odio los villancicos. Encima al lado del trabajo me han puesto uno de esos altavoces que empiezan a las 10 de la mañana y suena sin parar hasta las 8 de la tarde. Ni siesta ni ostias. Una mezcla de los peces en el río, la marimorena, Belén y sus campanas y el insufrible Luis Miguel con su "Navidad, Navidad, hoy es Navidad". Infumable.


- He aprendido también a ponerme un cinturón de seguridad en un Opel Vectra. Cada vez los ponen más complicados.


- He visto el anuncio de Edarling y he sacado en conclusión que el chaval ese que dice que busca una mujer interesante es increiblemente homosexual. Un tapado, vamos.


- Anne Igartiburu me parece una sin sal, y encima va de guay en lo del Disco del Año, que se lo darán a Amaral, Pablo Alborán o Sergio Dalma. Manolo García con Bustamante pega tanto como Plácido Domingo con Yurena.


- Y por último una recomendación. Si sales y vas a pedir una copa, nunca te vayas riendo, porque alguna choni se puede molestar. El otro día iba yo con mi felicidad a pedir una copa y una de esas poligoneras con top sin tirantes (muy útil en pleno invierno) me miró y me dijo: "¿de qué te ries gilipollas? ¿me estás vacilando?". Yo le miré mientras me reía y me soltó un "¿de qué vas? ¿a que te meto una ostia?" pero claro yo seguía con mi risa, hasta que llegó una amiga, la típica santa que le salva todas las noches y se la llevó. A las dos horas, en otro bar, me pidió perdón porque "estaba muy borracha". Yo le dije "yo no me reía de ella, es que soy así". Me miró raro y dijo "bueno, perdona" y se fue. No gusta la gente que se ríe... allá ellos.


Bueno, por si no vuelvo a escribir nada serio, Feliz 2012 a todos y a seguir leyendo que la lectura es cultura... lo de leer este blog es otra cosa.

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