martes, 15 de mayo de 2012

Lo siento, estuve en un karaoke

Buff, si es que me junto con una gente que para qué contar. Me dicen que vamos a quemar la noche y acabo en un karaoke. Conste que no es la primera vez que voy, porque sí ya he ido con mis coleguitas del trabajo, pero el ambiente era otro también... En mi primera vez había gente joven y se cantaban cosas divertidas. Esta vez no.


Buscamos un bar para tomar algo, que incluso creo que yo recomendé como mejor idea (algo que no quiero pensar y creerme porque me entristezco conmigo mismo), y entramos. En una pantalla grande se veia un programa de ordenador con canciones para seleccionar, debajo un señor con el pelo a lo Elvis que tenía un micro en la mano y un grupo de señores mayores de entre 50 y 90 años mirando la pantalla, discutiendo cual era la próxima canción que iban a cantar todos a coro, discutiendo entre Heroes del Silencio o Celtas Cortos... ¡¡qué típico!! La cosa es que mi cari se empeñó en cantar una canción bonita, una canción de las básicas de karaoke y que se cantaba en el 90 en las fiestas y/o guateques. En el 91 ya estaba pasada de moda. Pero yo, como por mi cari ma-to, pues tuve que ir, eso sí, antes me tuve que tomar un copazo de whisky con red bull para poder hacerlo de mejor manera. La canción sin parangón no era otra que Juntos de Paloma San Basilio.


Pues ahí vamos los dos a cantar Juntos. Antes de eso, un señor mayor de unos 70 años me dice alguna cosa sin gracia y se rie. Yo, que no tenía la polla para colgar trapos (o lo que es lo mismo, no tenía el chichi para farolillos), le dije alguna cosa sin ser atacante pero con cara de "mire señor, vale de chorradas que hacían gracia en la decada de los 50" y él señor, vuelvo a repetir, señor mayor me dijo "ey tío, que estamos de risas jeje, de risas". Como le dijo Parada a la Esteban "si eres más tonto, no naces".


Me cojo el micrófono con cable mientras mi cari se pilla el suyo sin cable y empieza a cantar con la máxima felicidad. "Te quiero mucho.... aunque te suene a lo de siempre... más que un amigo... eres un ¿hado? diferente". Yo pensaba en las clases de OT, esas que decía de no acercar mucho el micrófono a la boca porque sino distorsiona, entonces me lo separaba, pero mi cari me acercaba el micrófono con forma de falo a la boca, como hace Nacho Vidal con su instrumento de trabajo. La canción no acababa, mi cari bailaba incluso mientras cantaba, jaleaba a la gente de detrás, al grupo de Imserso que había cantando como si mañana no hubiera mundo, como si el amanecer fuera el día del juicio final, como si el apocalipsis viniera en segundos... y yo con mi micro lejos de mi boca para no distorsionar mientras pasaban los segundos pero no los minutos y seguiamos con "juntos, café para dos, fumando un cigarrillo a medias,..." y volvía el estribillo y otra vez el estribillo y otra vez más... era un no acabar... hasta que al fin se fue bajando el volumen y se acabó. 


El final fue maravilloso, algo inimaginable, algo estupendo. Los aplausos de la gente mayor interrumpió ese silencio y yo me colé y me pedí otra copa, quizá para olvidar y creer que podía en algún momento recuperar la dignidad perdida. Después tocaron algo de Julio Iglesias, una nueva de... ayy no, una de Nino Bravo (en ese momento hubo un "venga todos... AMERICAAAAAAAAAAAAA, ES AMERICAAAAAAAAA", que rozaba el patetismo), una en inglés donde la señora que la cantaba dijo "comeón" tal y como está puesto, "comeon" (para algo estudié la fonética inglesa pero no tengo aquí los diversos símbolos, igual en el widgidings). otra en inglés donde un señor de 50 dice "jo, siempre me tocan las más fáciles ehhh, otra en inglés, jo" mientras un hombre bailaba al final del bar, un hombre parecido a Pozí (que en paz descanse) disfrazado de Eminem, con una gorra blanca y roja, una camiseta como de Formula1 falsificada de Mclaren, pero podía ser cualquier otra prenda. No sé, me tomé la segunda, salí y entré varias veces para ver si el móvil se actualizaba y después, al fin, nos fuimos a un bar normal, con música normal, con ambiente normal... algo que tomé como una liberación total de ese karaoke de Benidorm.


Noche diferente, noche también mágica, noche bonita, pero en un karaoke. Mi recomendación que los eviteis siempre... ahora bien, debo confesar, que estoy enganchadísimo al Singstar y que cantar es una debilidad que tengo... no paro en el coche, en la ducha, con el Spotify... pero con señores mayores que lo toman como el máxime de la diversión, lo siento pero no.

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