lunes, 20 de junio de 2011

Soy Torpe, capítulo 1

Bueno, quizá no muchos conozcan mi mayor defecto, y aquí lo comento porque sí, porque si lo extraes de tu interior acaba por minimizarse y entonces todo queda en nada... Yo,.......... soy torpe.

Soy muy torpe sí, tropiezo, me lío con las cosas, me caigo y hago que se me caigan cosas,... y para muestra no uno, ni dos botones... Tres. Las cuento luego que ahora me voy del trabajo.


Hace mucho mucho tiempo en un lugar muy lejano me dieron un saco de patatas de unos 20 kilos para subir del coche a un tercero,... por el ascensor. Cogí el saco, lo agarré bien por la mano y, para que no todo el peso fuera a mis biceps cansados, preferí coger el saco en mi espalda, así como Papa Noel con su saco lleno de regalos, y comencé a caminar. Ya cuando me estaba acercando al portal yo veía que se me iban las fuerzas, vamos que la cosa no iba bien, el saco poco a poco se me estaba resbalando de las manos y me dolían los dedos de la fuerza que estaba haciendo. Ya dentro del portal no aguanté más, intenté posar el saco en el suelo pero lo hice con fuerza, la ley de la gravedad no me ayudó y cayó al suelo, con tan mala suerte que el saco se abrió de repente y los veinte kilogramos de patatas salieron rodando, bajando las escaleras hasta el portal. Mi cara era el espejo de mi torpeza y mi boca abierta, solo acertaba respirar el polvo de la tierra de las patatas que flotaba en el ambiente. Yo, rodeado de gente que se estaba meando de risa, simplemente estaba rojo. Ahí fue cuando deduje, después de varias tesis sobre mi torpeza, que quizá sí, quizá yo era torpe.


Mañana, capítulo 2 de mi torpeza, imaginaos al Viti con unas botellas de cristal... ¿qué ocurrirá? y en el 3, imaginaos al Viti en Naseiro después de haberse bebido un chupito y un Kas Limón.

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