martes, 20 de septiembre de 2011

COSAS QUE NO HACER EN LISBOA

Aquí estoy otra vez, y mientras escribo veo Acorralados... no quería caer porque el otro día me desilusionó bastante, pero es que te lo meten tanto por los ojos que al final habrá que verlo vamos. Además están la madre de Aida y Bárbara Rey a ostias, la madre de Aida y Antonio David pinchándose con cuchillos, Bárbara Rey con más mala ostia que Franco viendo una foto de la Pasionaria... y así está la cosa. Hoy contaré mi viaje a Lisboa y sobre todo las COSAS QUE NO HACER EN LISBOA, para que vayais advertidos y sepais lo que hay que hacer, así que comienzo:


1) No preguntar en gallego al taxista "¿Cuanto tiempo queda hasta al hotel?" porque te contestará en un portugués españolizado "bueno, hoy hizo sol pero mañana estará mejor".


2)No vayas a hoteles con baños pequeños, o no si tienes mis muslos. La primera vez que entré en el baño de la habitación del hotel, mi muslo se quedó pillado en la puerta y me dolió, y más cuando estaba recién llegado de Naseiro con mis morados y mis cosas. 


3)Nunca cojas la Blue Line de los autobuses turísticos. Lo digo porque en la mañana del primer día, unos señores italianos nos hicieron unas fotos y nos regalaron dos pases gratis para subirnos al autobús turístico. Así que nos montamos en la Red Line y nos llevaron por las cosas bonitas de Lisboa como la Torre de Belem, museos y cosas bonitas. Además, por la vera del río, que bonito era todo.  Eso sí, por la tarde nos montamos en la otra que hay, es decir, la Blue Line. Hora y media montados en un autobús descapotable con otras dos personas únicamente y lo único que veíamos era polígonos de Lisboa, industrias del bacalao, luego lo que fue la Expo 98 (que parece ser que hubo una), vamos, los edificios que se montaron que ahora están vacíos, el aeropuerto, el hospital... vamos un ñordo enorme de los gordos. Sin sentido ninguno. La Gata y yo nos miramos y con esa mirada valió. Por cierto tanto ella como yo nos quedamos dormidos como media hora en el autobús descapotable, es lo que hay.


4) No camines, tanto da, Lisboa tiene un transporte público muy bueno. Con el metro, el autobús, el tren... pagas 5 euros al día y bajas y subes las veces que quieres.


5) Eso sí, el ansiado Tranvia número 28 sube por las colinas de Lisboa, para arriba y para abajo, y te lleva a la Catedral (en portugués, la Sé, para que nos vamos a complicar) y al Castillo de San Jorge. El Castillo fue mi primer castillo, bueno el segundo, el primero fue el de Exin. No estuvo mal, la verdad es que piensas como tenía que ser eso y me gustaba. Es que yo soy muy de medieval, por eso me gustan las ferias esas... el próximo año me disfrazo y todo. Bueno, centrémonos, que el Castillo de San Jorge está muy bien, pero le falta que lo decoren por dentro, con espectáculos o algo, para más diversión para la gente, que los 7 euros que pagas por verlo sirvan de algo. Bueno ahí queda.


6) No comais sardinas, porque las que vendían y comía la gente en la terraza no tenían buena pinta. Vamos, es como cuando sirven paella en las terrazas de Madrid, sabes que eso es todo menos una paella, será algo parecido a un poco de arroz brillante de cacito pintado de amarillo y con un cacho de pollo y tres guisantes alrededor. 


7) No te compres un diccionario portugués-español español-portugués porque todo se entiende perfectamente si sabes algo de gallego. La gata hablaba en inglés y la gente le contestaba también en inglés. Igual tiene que ver bastante que las series de la tele se ven en inglés con subtitulos en portugués, por lo que vimos la gata y yo Amas da casa desesperadas y CSI.


Así que todo muy bien, muchas risas, una salida el sábado por la noche productiva, transporte perfecto, todo bastante barato para ser una capital... en resumidas, la quinta provincia de Galicia. Ellos nos tratan a los españoles muy bien, son muy majos, y aquí los pobres los tenemos discriminados. Ahora sé que piensan los franceses de nosotros... putos gabachos.

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