A ver si de esta vez va. Toda España hoy pendiente de lo que dice Nacho Polo (también llamado nachoPolo nachoPolo),... a mí no meimoprta nada porque seguro que va a ser elegante y esas cosas y no va a poner a parir al otro, aunque razones tiene todas las que quiera y más.
Bueno el rollo es que voy a explicar mi tercera torpeza, esta vez en Naseiro. Para quien no lo sepa Naseiro es una fiesta en la que se come mucho, se bebe algo y se pasa demasiado bien desde mi punto de vista. Es esa fiesta en la que pones una mesa con dos plásticos y cuatro maderos y una tienda de campaña dentro y alaaaa a comer y beber... sobre todo beber.
Pues un día cualquiera de Naseiro, quizá el viernes o quizá el sábado, no lo sé muy bien, uno que se pone y empieza a beber sin haber comido mucho. El problema fue la bebida claro. Yo me atreví y tomé un Kas Limón. Claro, el Kas Limón es esa bebida que no se puede tomar sola, siempre combinada con algo. Pues esta vez me lo tomé solo, y claro, al tomarlo solo me sentó mal. Pues eran como las 4 o 5 de la mañana, yo bailando encima del congelador cualquier canción de verano, de Rocío Jurado o de pachangueo puro y duro y la gente en los bancos, encima de la mesa, sin parar de bailar, reirse y pasárselo bien o demasiado bien. Pues yo ahí, con una aceitera rellena del Kas Limón antes mencionado bailo en un congelador... cuando de repente entran por la puerta dos chicos, los cuales se ríen de mí y me llaman maricón, o eso creo que tampoco me acuerdo muy bien, problema del Kas Limón.
Yo, creyéndome algo parecido a un dios de la antigua Grecia y pensando en mi poder de flotar en el aire, di un paso adelante para bajarme del congelador, el cual levanta más o menos unos 90 centimetros del suelo. El problema fue cuando intenté apoyar el pie, ya que el Viti no flotaba no, el Viti era humano y ahí descubrió que la canción de Mecano "Aire" podría cobrar sentido.
Torcí mi cuerpo, se golpeó mi parte izquierda con el banco de madera y parte de la mesa, se arañó parte de mi pecho y alguna costilla salió maldañada de todo esto. Los chicos que habían pronunciado la palabra Maricón se dieron la vuelta y se fueron (algo conseguí), pero mi torpeza ya estaba hecha. Al próximo día el dolor pasó a un negrón gordo con un centro amarillo que fue cambiando de color a rojo, negro o violeta dependiendo del día, lo que me recordó a esas cosas que te venían con la Superpop, esos anillos o collares que depende del color que tuvieran demostraba el estado de ánimo que tenías (yo tengo un anillo que se me quedó negro, por lo tanto llevo de mala ostia unos 15 años).
Naseiro viene en breve, en mes y medio, así que la cuarta parte de mi torpeza puede acercarse... quién sabe. De momento estoy bien, espero que mis futuras torpezas sean como aquellas en las que se me caen patatas o botellas... por lo menos no duele.
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