lunes, 7 de marzo de 2011

CARNAVAL

Ayyy, llega esta época del año que a algunos le gusta mucho y a otros les da igual, pero casi nadie lo odia, excepto aquellos familiares de los asesinados por el señor de la motosierra, el de Scream, un zombie, un indio,etc. 


Pues este año ha sido como todos pero más cutre, con eso me refiero a que la gente no se ha gastado un duro en nada... con lo fácil que es. Te pillas dos cosas en un chino de esos de 60 céntimos, tiendas en las cuales la inflación no les afecta, una tela rara, algo más en el New Yorker, si quieres ir de guarrilla te vas al Bershka o al Oysho... no sé, que por 20 euros te disfrazas de algo y por 25 de algo original.


Pero no, sales por ahí y te encuentras a indios (joderrrr), a frailes (jodeeeerrrrrrrr), a mejicanos (joooooooodeeeeeeeeeeerrrrrrrr)... ¿qué gracia tienen esos trajes?¿qué gracia tiene ir de mejicano? ¿esperas a que en un bar suene una canción de Rocío Dúrcal? ¿o a encontrarte uno vestido de Antonio Banderas en Desperado para que te pegue tres tiros mientras canta lo de "soy un hombre muy honrado..."? Bueno, pues después de un tiempo importante sigue habiendo esos trajes.


Luego están los disfraces coñeros. Este año he visto pocos pero me ganó el grupo de "gays destroyer" con sus pantalones de cuero, sus músculos, sus trajes, sus culitos enfundados en ese cuero negro... los tíos que iban vestidos de "Jhota"el de GH, muy grandes, las de señal de 110, los cuatro que iban de paquete de tabaco (no muy comodo, la verdad)... pero te encuentras disfraces sin que se entiendan mucho como uno que iba disfrazado de polla o el peor disfraz que he visto en siglos, el cual paso a describir a continuación.


Lo llevaba un chaval, de esos estúpidos de la clase que cuando beben se creen los grandes graciosos de este mundo y no dejan de ser unos parásitos sociales de sus padres durante años y años hasta que un día descubren que no han servido para nada y se dan a la bebida hasta que mueren a una edad que varía, teniendo el problema que cuando es su entierro la gente pregunta "¿y este quién era?" y la respuesta es "sí oh, el que estaba siempre en el bareto ese de la esquina"... Pues ese mocín llevaba una bata de médico, exclusivamente, y una inscripción en su espalda que ponía "Inspector de coños"... sí, inspector de coños. Yo si soy sus padres ya no simplemente lo desheredo, lo destierro a Zambia y lo hago convivir con unos indígenas hasta que se reconvierta. 


También odio las charangas, esas orquestas estúpidas de 20 o más personas, suelen ser señores y señoras, que se disfrazan de algo inimaginable y sin gracia, con muchos colores, y van soplando cosas extrañas y tocando tambores haciendo sonar canciones tan horrendas como "Bomba" de King Africa o "Yo te quiero dar" de la Mosca, que ya son horrendas en su versión original, pues imagínate con esos instrumentos  que parece que estas aplastando tres patos con el pie.


Así que, por favor, un poquito más de cabeza, de ilusión, de alegría, de originalidad y de buen hacer en los disfraces, que con un poco de tiempo, un poco de dinero y algo de ganas de pasarlo bien podemos hacer un disfraz original y divertido, que dé juego por la calle... sino siempre nos queda retratarnos con una bata blanca y un cartel.

1 comentario:

Andrea dijo...

Pero, ¿tú no fuiste alguna vez de fraile? Cómo reniegas ahora, ¿eh? :P