miércoles, 3 de agosto de 2011

Ser una maruja

Después de una mañana horrorosa en el trabajo, y ya van no sé cuantas en total, llegué a mi casa para disfrutar de mi segunda tarde libre. La primera la pasé durmiendo con el Sálvame y despertándome con un grito de Kiko Matamoros contra Rosa Benito... tienen que bajar un pelín la voz para que España disfrute de su siesta.


Pues en mi segunda tarde libre, después de comer decidí convertirme en maruja durante un día, que una vez al mes no viene nada mal.  Pues ahí me puse yo a recoger toda la vajilla y meterla en el lavavajillas y poner el programa económico, que hay que ahorrar. Después deshice mi cama, metí la ropa en la lavadora con una alfombrilla de baño y dos toallas. Media hora de lavado con su Vernel y su Skip cápsulas y dos horas de secadora para que, viendo el verano mierda que llevamos, se vaya secando ya, que como tenga que ponerla al sol vamos apañados.


Luego, puse la tele, y con el Sálvame en la tele, llené un cubo con agua y Don Limpio especial mármol (la diferencia entre este y el de madera nadie la sabe, porque solo se diferencian en el olor) y pasé la fregona por el pasillo. Iba con zapatillas lo que provocó que al pisar en lo mojado quedara la marca, así que me puse otras zapatillas que no tienen suela para no marcar. En ese momento entendí esos dos trapos que tenía mi madre al principio del pasillo cuando fregaba, para ir resbalando como quien hace spinning en el gimnasio mientras atravesabas ese pasillo con olor a pino y suelo más resbaladizo que la cara de la Baronesa Thyssen después de echarse su ungüento.


Mientras se secaba me tumbé en el sofá para ver el Sálvame y no usarlo como programa que tienes puesto en la tele para que te haga compañía pero al cual no haces ni puto caso excepto cuando se suelta un grito o hay una discusión entre dos, como la que tuvieron Matamoros versus Bollo y Rollán ayer por la tarde. Después de secar, todo olía a limpio... y qué rico huele el olor a limpio.


La verdad es que es maravilloso poder hacer cosas de la casa, con tiempo porque te sobra. Por cierto, también cambié el agua a los peces que los pobres, con la mierda que tenía la pecera, parecían sus antecesores con el chapapote en las costas de Muxía.


Así que, en resumen, recomiendo a todos ser un poco marujillas una vez al mes como mínimo, mejor sería una vez a la semana, pero entonces igual ya no es tan divertido.


Y para despedirme dos chistes, uno que nació del Perro Enjaulado y otro del programa "No le digas a Mamá que trabajo en al tele", 


**Si el símbolo químico del agua es Hache Dos O ¿el del agua bendita es Hache Dios O?


**El Perro Enjaulado pregunta ¿quién es el padre del Principe Azul?............ El Blu-Ray

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